¨Miliciano de Madrid, tú, que exponiendo tu vida, con una bomba en la mano destruyes un tanque enemigo, mientras con la otra salvas un cuadro, un libro, pedazos de nuestra Historia, eres el símbolo de la nueva vida que emerge de entre tanta sangre derramada, ahora, en la víspera de la victoria definitiva contra el fascismo, eres la vanguardia del mundo civilizado, millones de hombres te miran, no renuncies al honor de esa admiración, aunque te cueste la vida.¨ Josep Renau.
Las Milicias de la Cultura fueron un cuerpo de voluntarios profesores e
instructores, que durante la guerra nacional revolucionaria que
enfrentó al gobierno del Frente Popular de la 2ª República española
contra el fascismo y la invasión extranjera, se encargaron de ofrecer
formación a los soldados en combate, una gran parte de ellos de
extracción campesina pobre y analfabeta, debido al abandono y miseria en
que la oligarquía había sumido las zonas rurales, los programas
educativos de las Milicias de la Cultura abarcaron un amplio abanico:
desde la enseñanza elemental (lectura, escritura y operaciones
aritméticas sencillas); cultura mínima (profundización de la aritmética,
geometría, caligrafía, ortografía, gramática, ciencias naturales,
geografía e historia) y cultura media (taquigrafía, contabilidad,
francés y dibujo) hasta literatura clásica y moderna, y formación
política.
Conscientes de que la cultura como resultado y reflejo de la historia de
un pueblo y a su vez de su modo de sociedad y de producción, es un
elemento clave, pues constituye un germen de resistencia a la
dominación, el gobierno republicano se esmeró en su defensa y promoción,
dándose la paradoja de que durante la guerra se redujo el
analfabetismo, pues miles de hombres y mujeres fueron formados a través
de la edición de revistas y periódicos en los regimientos y batallones y
las bibliotecas de guerra en las trincheras. Esta guerra por la cultura
consiguió también salvar de los bombardeos importantes bienes del
patrimonio cultural, obras del Museo del Prado, del Museo Arqueológico
Nacional y de la Biblioteca Nacional entre otros.
¨Elevar la cultura del soldado significa fortalecer su conciencia
política. Porque para nadie puede ser un secreto que nuestro Ejército
Popular ha de ser un conjunto de hombres conscientes del ideal por el
cual luchan y mueren si es necesario. Se impone pues, que tengan una
cultura literaria, científica y política todo lo mas elevada posible
dentro de las circunstancias. ¡Abajo el analfabetismo! Efectivamente,
pero teniendo presente que el analfabetismo no consiste solamente en no
saber leer y escribir, sino en carecer de conceptos claros de las cosas y
en permanecer alejado de los grandes conflictos morales y de justicia
social que nos agobian¨ Milicias de la Cultura.
- Aznar Soler, Manuel (2010). República literaria y revolución: (1920-1939). Editorial Renacimiento
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