Los 6 puntos del FRAP (y Groucho Marx)

 
Si quieres ser ave, vuela, si quieres ser gusano, arrástrate, pero no grites cuando te aplasten

Por Maité Campillo

<<Muchos de ellos, por complacer a tiranos, por un puñado de monedas, o por cohecho o soborno están traicionando y derramando la sangre de sus hermanos. Si quieres ser ave, vuela, si quieres ser gusano, arrástrate, pero no grites cuando te aplasten (Emiliano Zapata)>>

Ante el 27 de septiembre del 1975

Al calor de la raíz de las movilizaciones entre los meses de noviembre-diciembre de 1970, entorno al Consejo de Guerra llamado Proceso de Burgos, en el que se pretendió condenar a muerte 6 militantes de ETA. Irrumpe de súbito en, 6 puntos, como puente laureando un 23 de enero de 1971 ‘el encuentro’, entre personajes de diversas corrientes de izquierda afines. Urgía pues la necesidad de responder a las movilizaciones obreras, crear un órgano unitario aglutinador de masas, que coordinara dichas luchas espontaneas y como respuesta a la represión y crímenes de la dictadura militar impuesta, tras 36 años de franquismo. Ya que dicho Consejo de Guerra de Burgos, puso de manifiesto una vez más, que el pueblo en su conjunto avanzaba en luchas combativas más allá de las propias organizaciones políticas. Se decide pues la creación por una de las alas de la izquierda, con más fuerza en el ámbito estatal por entonces, la creación de un Frente, de nombre FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota), quedando constituido de carácter relámpago el llamado Comité Coordinador pro-FRAP, que publicaría sin demora, y con carácter regular, un órgano de expresión de nombre, “ACCIÓN”, con el fin de llegar en el plazo más breve posible a la proclamación de dicho Frente sobre la base de los siguientes puntos:
  1. – Derrocar la dictadura fascista y expulsar al imperialismo yanqui mediante la lucha revolucionaria.
  2. – Establecimiento de una República Popular y Federativa, que garantice las libertades democráticas para el pueblo y los derechos para las minorías nacionales.
  3. – Nacionalización de los bienes monopolísticos extranjeros y confiscación de los bienes de la oligarquía.
  4. – Profunda reforma agraria, sobre la base de la confiscación de los grandes latifundios.
  5. – Liquidación de los restos del colonialismo español.
  6. – Formación de un Ejército al servicio del pueblo.
Estos son mis principios, si no les gustan tengo otros

¡Pueden empezar por el 6º punto y terminar por el 1º!… “Como todos ustedes sabrán, y si no lo saben se lo digo, ¡el famoso cómico Groucho Marx era frapista!, así mismo, o sea, miembro del FRAP”. Y, por si tampoco saben que era el FRAP, les explico, de la manera que yo lo entiendo. Era un frente político que aglutinaba diversas organizaciones de masas, sindicales, culturales, estudiantiles, de mujeres… (que utilizó en un momento dado la lucha armada como intento de derrocar la dictadura impuesta tras el golpe militar del 36), y que su presidente hasta su muerte, un 3 de mayo de 1975, fue Julio Álvarez del Vayo: Diputado -nombrado embajador en México y posteriormente en la URSS- ex-ministro socialista de la II República de asuntos exteriores, Comisario General de Guerra, además de escritor, periodista… 

Groucho falleció dos años más tarde, que el presidente del FRAP, el 19 de agosto de 1977; conoció a Álvarez del Vayo en París, en la casa de Arthur Miller, famoso dramaturgo paisano del cómico. Y ahí, con sus ochenta castañas puro en boca, entre historias de guerras, guerrillas, maquis y camaradería, pasando a fundarse de la noche a la mañana como aquél que dice, el Comité Coordinador pro-FRAP… Y se acordaron los, 6 puntos, que el mentado humorista hizo famosos en el cine: “¡Estos son mis principios, si no les gustan tengo otros!”.

Hoy tras 45 años de aquella reunión histórica (ñooooo, llovió!!), estuviera o no “el guasón” Groucho, la que esto escribe que también es “guasona”, quiere analizar bajo el calor de aquellos veranos que tantas refriegas alumbraron, los 6 puntos del FRAP, y no solo en el contexto histórico en que se dieron, también en el de ahora, tras los años que median de distancia. Empiezo pues por el primero: 

Derrocar la dictadura fascista y expulsar al imperialismo yanqui mediante la lucha revolucionaria”

Nada que objetar. Dos objetivos revolucionarios básicos, que debieron ser asumidos por toda organización llámese de izquierda, que por aquel entonces es indiscutible que haber, había muuuchas, misterio mago! Pero no, no hubo acuerdos, parece que en vez de existir organizaciones “auténticamente” revolucionarias, lo que hubo fue el “haber (del) gato encerrado”, y el fascismo continuó a sus anchas tras la muerte del dictador, y los yanquis acamparon como ‘Pedro’ por su casa. Paso pues, al segundo punto:

Establecimiento de una República Popular y Federativa, que garantice las libertades democráticas para el pueblo y los derechos para las minorías nacionales”

Ahí ya yo difiero en cualquiera de las dos épocas. Debería decir: Restablecimiento de la II República, abolida tras el golpe de estado nazi-fascista (primer paso unitario básico). Convocatoria de elecciones libres democráticas (entiéndase), en todas las naciones y comunidades del Estado, con derecho a la independencia de todas aquellas que por aclamación popular mayoritaria sea solicitada. Creación de un organismo que potencie las relaciones de amistad y convivencia (en todas las esferas de la vida socio-política) entre los pueblos. Entremos analizar el tercer punto:
Nacionalización de los bienes monopolísticos extranjeros y confiscación de los bienes de la oligarquía”

Nos encontramos en el mismo caso, nada que objetar, es un principio básico de toda revolución cuando toma el poder ¡Pero claro, hay que tomarlo! Pasemos al cuarto punto: 

Profunda Reforma Agraria, sobre la base de la confiscación de los grandes latifundios”

Este punto es parecido al anterior, si se confiscan los bienes de la oligarquía (¡los grandes latifundios los tiene la oligarquía!), se supone que será para repartirlos a los trabajadores, tanto del campo, como de las ciudades. Pero si la expansión hacia países de todo el mundo, obligó a una huida masiva del campo, por exilio y hambruna, de varios cientos de miles de personas, vinculando la dictadura la economía fundamentalmente, a la divisa del emigrante y al turismo, hoy, los campos y cercanías costeras, son culebras de asfalto y ladrillo (balneario de Europa), que unido a las ciudades monstruos creadas, cargándose cientos de pueblos pequeños, costas y valles etc., ¿qué queda pues de campo, qué puesto ocupa el trabajador campesino dentro del putrefacto patrimonio europeo con su Mercado Común? Entro a responder el quinto punto: 

Liquidación de los restos del colonialismo español”

Ya casi no quedaban, y los que quedaban, el propio régimen los entregó a los fascistas de Marruecos, Mauritania y Guinea… Queda pues analizar el más problemático, el último (¡o el primero!) 

Formación de un Ejército al servicio del pueblo”

Ahí también estoy en desacuerdo (en cuanto a “Ejercito”) Los pueblos del Estado, que se proclamen independientes, tanto como los que formen parte de la identidad de República Popular (como primer paso), decidirán que tipo de defensa asumen, si ejército regular, milicias armadas, o ningún tipo de ‘Ejército concebido como tal’ (estafan desde los bancos, mienten desde los templos, y matan los pueblos, en nombre de la patria). Los ejércitos regulares se hacen casta -demasiados privilegios- se pudren con facilidad, los mandos se prestan al mejor postor, la oligarca y el imperialismo los compran rápido, tanto a ellos, como a cualquier cuerpo policial ‘concebido como tal’ (aclaro.) Da escalofrío, todo lo que se estanca en su “profesión” como funcionario seguro, absoluto, “a la eterna estabilidad” la carcoma la apolilla; se pudre lo que de madera, podría simbolizar árbol ¡Ahí Groucho Marx no estuvo nada fino!, debió estar en esa reunión Gila, que sabía mucho de “Ejércitos”.

De los seis puntos para mi el principal (nudo jodedor!!), es el primero: “Derrocar la dictadura fascista y expulsar al imperialismo yanqui mediante la lucha revolucionaria”. De haber conseguido las dos cosas, lo demás hubiera sido mucho más fácil, o no? Pero derrocar a la dictadura fascista en los primeros años de la década de los 70, ser, era harto difícil, creo yo, por no decir casi imposible, ¡teniendo en cuenta la correlación de fuerzas existente en esos años! Es verdad, e históricamente comprobado, hasta por fuentes policiales de la época, que el FRAP llegó a movilizar varios miles de trabajadores, estudiantes, e intelectuales en buena parte del Estado español, quién podría hoy negarlo? Pero… ni tenían -entiéndase las organizaciones dentro del Frente incluido el PCE (ml)- arsenal competente ni apoyos exteriores reales, tanto de organizaciones marxistas-leninistas afines, como de Albania, y menos de China, que ya estaba por otros derroteros del entorno capitalista. Y, por haber, había traidores “fijos, asentados en su interior, e infiltrados nómadas”, que causó decenas de detenciones, equipos de propaganda e imprentas. “La dirección” no logró realmente aglutinar al resto de organizaciones y corrientes de carácter socialistas, comunistas, anarquistas e independentistas (salvo casos meramente simbólicos), que igualmente luchaban, se supone, por el derrocamiento del fascismo. El PCE, y CCOO, que en aquellos años tenían la mayoría de trabajadores organizados, no estaban por la labor, si no por todo lo contrario, por la desmovilización obrera para permitir una transición “pacífica” (que costó muertos, represión generalizada y años de cárcel) con acuerdos con la santísima trinidad: Ejército, imperio yanqui y monarquía. 

¡Condiciones haber había, no hay más que ojear la prensa de entonces y charlar con algunos personajes para darse cuenta! Ya que el régimen estaba tambaleante, a la defensiva, pero no se “supo o quiso aprovechar”, quizá otros intereses oscuros por medio (ya anunciados). De hecho, el PCE temía más al avance del FRAP (las huelgas, los saltos…) que al régimen fascista que los empezó a tratar con “total” exquisitez. Faltó, en mi opinión, un trabajo de masas prolongado “sin sectarismos” -más allá de lo lógico- y más, mucha más sensibilidad, concienciación y formación de algunos de sus “eternos dirigentes” (de Partido), para que el conjunto de su base y del Frente, que dieron el ‘do’ de pecho como militantes, pudiesen estar a la altura de los acontecimientos más allá de sus grandes e inagotables esfuerzos. Este primer punto del FRAP, estimo, era el más importante. Es lo que yo pienso visto desde esta tribuna, el más ideológico. Lo sigue siendo tras 45 años de distancia, y, al margen de que fuera o no dentro de la casa del dramaturgo Arthur Miller, y que estuviera o no Groucho Marx dentro. Ya que sigue habiendo un régimen fascista (ejército, policías, jueces, medios de comunicación, burguesía, parte importante del pueblo, principales partidos políticos… y el propio jefe de Estado). Y, por otro lado, los yanquis han aumentado su presencia, su dominación no solo militar, también económica, social y cultural; hasta crear dificultad para discernir, sentir y defender la cultura propia. Pero no solo en el E. español, en toda Europa, y en todo el mundo la presencia del imperio es dominante, arrolladora e imponente; hoy acorralando Siria, a las puertas de devorarla.

Imagínense los años 70, cuando ya la URSS estaba más chafada que un coche en el desguace, y los gringos vivían la brutalidad de sus sueños más absolutos de dominación sobre la humanidad. No había país que se les escapara por la izquierda, ni por las “buenas, ni por la brava”. Ahí siempre estaban ellos para desestabilizar, para controlar, para imponer sus sucios y criminales negocios, “su cultura, su democracia”, de la única forma que siempre han hecho, a través del dinero y a través de las armas. Así lo hicieron cuando la Unidad Popular de Allende ganó las elecciones y quisieron cambiar el país. En el 1974, unos meses después de la intervención fascista en Chile, Portugal vivió su “Revolución”, la de los ‘claveles’, la llamaron; después de décadas de un régimen fascista y colonialista, “por fin un grupo de militares con otras miras dijeron basta”. Pero el imperialismo no podía permitir tal experiencia “izquierdista” en Europa, ¡menudo ejemplo para los demás países! Y cortó el bacalao con serrucho, sin pegar un tiro, sin marines, pero con hoja fina afilada en dientes puntiagudos cortantes, y movilizó a sus aliados de Europa, y con dinero y el buen hacer de la CIA, apartaron a “los más malos” y crearon un partido de “izquierdas” que apenas existía con “los más buenos”: El PSP (Partido Socialista Portugués), y ahí se acabó la revolución de los ‘claveles’. 

En Nicaragua, no pudieron frenar el avance guerrillero de los Sandinistas, que en el 79 tomó el poder con Somoza huido, a la estampida, como años antes hizo Batista en Cuba, ante el avance de los guerrilleros cubanos. Pero, desde el mismo instante del triunfo Sandinista, los gringos, ya tenían organizado una contra bien armada y financiada que frenó lo que pudo ser una verdadera revolución, que como se vio tiempo después acabó en la trampa de las elecciones “democráticas”. En El Salvador donde la guerrilla estaba acorralando a la dictadura del país, ni siquiera les dejaron tomar el poder. Otra vez las buenas argucias de la CIA cortaron por lo “sano” el avance guerrillero (como está ocurriendo en Colombia), inventándose un acuerdo de paz, que no fue otra cosa que la desmovilización y entrega de las armas de la guerrilla, para que la burguesía nacional y las transnacionales yanquis siguieran dominando y saqueando el país, y explotando a los campesinos y demás trabajadores, con cuatro simples consideraciones a un puñado de “guerrilleros”.

¡Muy difícil lo tenían los comunistas (más allá del PCE) en esos años! Eso de echar a los yanquis a través de una revolución, sobre todo, porque el Ejército era totalmente fascista, como el 99,9% en el mundo. El pueblo no estaba armado (las bases de la resistencia fueron desmovilizadas por el propio PCE), y, no tenían ningún apoyo real de ningún país de los que entonces se decían “comunistas”. Y, fundamentalmente, porque los gringos dominaban gran parte del mundo con su poder económico y militar. Cualquier intento hubiera sido aplastado inmediatamente por los propios marines instalados en las bases militares ¡Y solo triunfa lo que tiene fe y conciencia alta!, que sabe el objetivo, y desde su fundación ya lo está organizando (no sólo teóricamente), no lo improvisa, ni en la hora ni en el año, es una constante de principio a “fin” y no un impulso de la noche a la mañana. No existen botones a apretar para la “obediencia” a una respuesta; sólo el imperio aprieta botones, robots, y bombas de exterminio, su arsenal es extremadamente avanzado, para acabar con los pueblos y sus culturas ¡Pero ilusión haber había en sus bases!, y ganas, de una parte importante de trabajadores y estudiantes cansados de tanta represión, miseria y mezquindad. De seguro que José Díaz, y hasta el propio Durruti, hubieran creado un embrión de lucha decisivo… Si las fuerzas políticas en su conjunto, hubieran estado más a la ideología antifascista, que al olor de sus asilas. Y si el “guasón” de Groucho Marx, hubiera estado realmente en esa reunión de París, y si hubiera sido realmente marxista. 

PD.

(Siglo XXI, año 16)

En el marco del Comic Con de San Diego, preguntaron al director de cine Oliver Stone, sobre el deformado deforme fenómeno medusa a forma de Pokémon Go-. Aseguró que ser, no es un asunto de risa. Y eso ser es evidentísimo, por la ley de la lógica cotidiana amasada en global obligación que globaliza la globalización, ya que a través de estas aplicaciones, al loro!, los ciudadanos están facilitando el trabajo a las empresas que compilan compilatos en pilones de datos, y cuantos mínimos datos, más airosos contra la condenada condena!, puesto que Pilatos lava sus manos con pergamino en tu piel, y es por eso que… saber saben sobre ti, más, que tu sobre ellos: dónde te encuentras y como te sientes, lo que compras, pagas, hacia que lugar te diriges a repartir las octavillas, hacer las pintadas, y en qué tipo de concentraciones desahogas el vomito contra el sistema, que aliena compiladamente datos, dentro de un pilón triturador de alas.

Maité Campillo (actriz y directora de teatro)

Fuente: kaosenlared.net

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