Político en España: Varón, de clase alta, fascista, viejo y abogado

El poder político en España: Parlamentarios y ciudadanía. Las primeras páginas del revelador estudio ya dejan clara una cuestión que conocemos. Y es que “las élites parlamentarias no suelen parecerse a las sociedades que las eligen”. Coller señala por “han podido contar con las respuestas de figuras políticas históricas como Felipe González -terrorista de Estado y criminal impune- o Pío García Escudero -heredero inepto de franquistas asesinos y presidente del Senado, o Rodolfo Martín Villa”, el asesino fascista protegido por una ley repudiada por la ONU y los tribunales de Derechos Humanos. Tres ejemplos del poder político en España. Las cuestiones investigadas parecen sencillas aunque resultan muy innovadoras. Xavier señala que han querido mostrar cuestiones poco complejas. “Cómo son, sus carreras políticas o sus motivaciones para entrar (y permanecer) en política, qué hacen en los parlamentos, cuál es su ideología y su identidad nacional y qué piensan sobre aspectos clave de la democracia y su funcionamiento”.

El estudio coordinado por el catedrático Xavier Coller, Antonio Jaime y Fabiola Mota para el CIS muestra, por primera vez en España, los perfiles más cercanos de los políticos que nos representan en las cámaras nacionales, Congreso y Senado, y los 17 parlamentos autonómicos. Coller apunta el “carácter inédito” de esta investigación, ya que nunca antes un grupo de sociólogos se había atrevido a realizar 580 entrevistas personales con más de 150 preguntas a este importante sector. “Es muy significativo que en más de treinta años de democracia no se hubieran realizado encuestas a estos actores imprescindibles para el gobierno del país”, apunta Coller. Aunque la ejecución no haya sido fácil, ya que el coordinador destaca que “las agendas de los políticos, sus viajes y los filtros por los que hemos tenido que pasar con asesores nos ha dificultado esta importante tarea”, aclara.

Xavier destaca que el estudio revela “la importante brecha que existe entre la ciudadanía y los parlamentarios”, al ser muy diferentes el perfil de los políticos de la sociedad que los elige y con unas leyes como la electoral que no reflejan la realidad sino que la manipulan y deforman desvirtuándola burdamente. Coller atribuye unas diferencias muy notables como “el nivel de estudios, la diferencia en la noción de representación o la variación de la concepción de España como nación”. Unos aspectos claves que, según la opinión de este catedrático, nos ayuda a explicar todo lo que empezó a ocurrir tras la finalización de esta encuesta en el año 2011. “El secesionismo en Cataluña, todo el lema de no nos representan, la emergencia de partidos como Podemos y Ciudadanos y hasta lo que está pasando ahora en el Partido Socialista”.

Sobre esta última cuestión, habla de las encuestas recogidas en el apartado de representación de poder, con importantes diferencias de criterio entre los políticos del PSOE sobre la cuestión de “representar al partido”. Coller apunta que “muchos parlamentarios socialistas han estado en sus filas porque los han puesto y su lealtad no ha estado con la ciudadanía, más bien con el líder y en esa idea resuenan los conflictos que el PSOE está viviendo en estos momentos”.

El estudio se acerca a lo que se conoce como la “élite parlamentaria española”. Las cámaras son ocupadas mayoritariamente por varones nacidos en la comunidad autónoma que representan, con una edad media superior a los 50 años, título universitario y profesión relacionada con las leyes. Además la investigación apunta, en contraposición a las Cortes Generales, que los parlamentos autonómicos están “más abiertos a la incorporación de más mujeres y más políticos jóvenes”. En cuanto a la clase social a la que pertenecen, se reconoce con tristeza que “el 89 por ciento del total de los parlamentarios pertenecen a la clase social formada por administradores, directivos, grandes empleadores y profesionales”. La escasa representación de “clase obrera” no es solo una tendencia en España, sino que también se muestra así en los parlamentos europeos. Xavier destaca que “el 70 por ciento de los trabajadores en España son de clase media y los resultados muestran la desproporción y la distancia entre la clase política y la sociedad”.

Sobre aspectos más personales como la cultura religiosa o práctica de alguna religión, solo un tercio de los políticos se consideran practicantes y el 40 por ciento marca la casilla “indiferentes agnósticos o ateos”. Se dividen casi a partes iguales entre los que han estudiado en centros públicos y privados. “Solo un cuarto ha tenido la experiencia de estudiar en algún momento en el extranjero”. Un dato que resulta bastante bajo atendiendo a la subida de escalafón social que lleva inmerso el oficio de la política.

Xavier nos cuenta que en el estudio han tenido que tomar en cuenta el concepto de brecha ideológica centrada en “la ideología, identidad colectiva y representación política”. El informe revela que “el Partido Popular representa el partido con mayor brecha ideológica donde un 10 por ciento de sus electores no encuentra reflejo ideológico entre sus representantes al ubicarse en los extremos más conservadores de la escala ideológica y ser el único partido de derechas con una importante representación parlamentaria”. El fenómeno se observa de igual forma en el PSOE, donde “un poco más de un cuarto de sus electores más moderados no encuentra equivalente de representación entre sus parlamentarios”. Un dato que demuestra la fuerte ruptura del bipartidismo y el cambio del esquema político.

El apartado sobre representación política trata “la falta de entendimiento entre el electorado y los parlamentarios”. Coller apunta que “los parlamentarios entienden que representan al conjunto de la sociedad. La ciudadanía también entiende que esta dimensión existe pero apunta con la misma fuerza (un tercio de los encuestados) que los diputados representan en realidad a sus partidos, algo que los propios parlamentarios casi ni consideran (solo reconocido por un 6%), estando muy alejados de lo que sienten sus electores”.

El problema de la corrupción es otra de las preguntas obligadas en el formulario. El estudio revela que mientras “algo más de la mitad de la ciudadanía señala que los problemas de corrupción son más importantes en España que en el resto de Europa. Sin embargo “los representantes del PP y PSOE opinan de forma ampliamente mayoritaria (casi un 80% en ambos casos) que el problema de la corrupción es igual de importante en España que en Europa”. Coller espera poder abrir una segunda edición del estudio para los nuevos tiempos del panorama político. “Nuestro estudio refleja muy bien las causas de la nueva oleada con los acontecimiento que están llegando y nos gustaría para el mes de noviembre comenzar la segunda oleada de entrevistas para completar todo el estudio realizado”.

Fuente: Sirius.cat

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