Salaria Kea: Una enfermera negra en la España Republicana


 Hay momentos en que el mundo es conmovido, las simientes mismas de la realidad social se sacuden y los pueblos son arrastrados por el torbellino de lo real hacia un eje de conflicto. Un espacio donde la vida misma está en juego. La primera mitad del siglo XX estuvo llena de estos motivos. Aún persiste en nuestra memoria colectiva (quizá memoria de un pasado que nunca existió) el recuerdo de la segunda guerra mundial representada en las dicotomías antagónicas de muerte vs vida, fascismo vs democracia, racismo vs pluralismo, héroes vs asesinos.

 La historia, verdadera amante de las dicotomías, contrapuso violentamente a una izquierda enlazada a ideales de justicia social frente al ultranacionalismo y el fascismo. Ese eje del que hablamos emergió en Europa, concretamente en España, donde muchos trataban de construir una República emergió una revolución y las fuerzas de la reacción lo absorbieron todo, mucha historia para un período menor a los 9 años. La II República no llegó jamás a su pubertad. Quedaron de esa época grandes relatos e imágenes, el “Guernica de Picasso” o “Por quién doblan las campanas”. La cooperación convirtió una derrota en un suceso épico.

 Tuvimos hoy la oportunidad de dialogar con la cuestión , en la Sala Caracol de la UNEAC de la mano de la Dra Carmen Cañete Quesada en su conferencia “La Memoria Histórica de la Guerra Civil Española. Testimonio de la brigadista afroamericana Salaria Kea”, un espacio generado por la Fundación Nicolás Guillén. La naturaleza de la Guerra Civil Española, la participación internacional que movilizó y una mujer cuya memoria particular basta para comprender la naturaleza de estos sucesos, constituyen el centro de la ponencia.

 Esta mujer afroamericana que vivió entre 1913 y 1990 y sirvió en España como enfermera, sufrió duramente la discriminación racial, quizá por ello sintió ese conflicto como suyo. La guerra contra la amenaza nazi fue también una guerra contra la xenofobia y la aberración de la supremacía racial. La memoria de Kea es la memoria también de un grupo social; que no puede ser reducida al espacio estadounidense, de hecho, el propio Nicolás Guillén experimentó un proceso similar en relación a este conflicto que podemos leer en su producción intelectual del momento.

La conferencia de la Dra. Cañete, nos muestra otro tipo de historia, no de grandes hechos, no de grandes personajes, de ninguna manera el autorretrato del poder. La historia de Kea se encuentra en los cimientos de nuestra realidad, es la voz de los que no tienen historia. Transcurrirá algún tiempo, para que el estudio de la memoria común sea considerada relevante en el relato histórico, quizá cuando se extingan algunas relaciones de poder tradicionales.

Fuene: Son de Papel

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